Siempre ha habido tradición de elegir a un delegado y subdelegado en la clase. Yo considero que hay fórmulas más interesantes y en el caso de elegir a los delegados de clase, hacerlo no por popularidad como siempre se suele hacer, sino que elijan a los compañeros que verdaderamente quieran ayudar a los demás.
Me parece muy interesante que los candidatos preparen su «campaña electoral» y que aporten nuevas ideas al aula o que cada compañero diga por qué ha elegido al delegado y subdelegado evitando así los tópicos del «delegado popular».
Debo decir que yo aprendí esta estrategia para organizar las responsabilidades en el aula de mi compañera Nair en el C.E.I.P. Guindalera situado en El Barrio Salamanca (Madrid). Ella es una profesora ejemplar, con muchos años de experiencia en el extranjero y con muchos recursos interesantes. Ella me explicó el mecanismo y lo implanté en mi aula siguiendo sus pasos. Me pareció maravilloso el cambio en la organización del aula y desde ese momento cada curso lo llevo a cabo en mi aula por los resultados tan positivos que he observado.
¿Cuáles son los pasos a seguir?
Pues primero preparo un tablero en el que se colocan tantas trabas de la ropa como alumnos tenga en el aula y en cada una de ellas escribo el nombre de un alumno. Así cada niño tiene su propia traba (pinza) y por supuesto, el profesor se puede incluir.
A continuación preparo tantas tarjetas como alumnos tenga con diferentes responsabilidades, por ejemplo: el responsable para borrar la pizarra, para escribir la fecha, para ver si las mesas quedan limpias, el responsable de repartir libros, el técnico informático, el encargado de mediación… así cada alumno tiene una responsabilidad durante una semana.
¿Tienen la misma responsabilidad todo el curso?
A mi me encanta hacerlo semanalmente y de forma rotativa. Cada lunes cambiamos las trabas de lugar siguiendo las agujas del reloj y así todos los alumnos van siendo encargados de diferentes cosas en el aula.
¿Qué resultados has obtenido repartiendo las responsabilidades en el aula?
Los alumnos se implican más con las tareas del aula, conseguimos una mejor convivencia, todos experimentan la sensación de ser los delegados y desarrolla favorablemente la autonomía, la responsabilidad y la empatía, ya que saben que durante el curso les va a tocar la responsabilidad que los otros compañeros están teniendo en ese momento.
¿Podríamos adaptarlo a casa?
Por supuesto, repartir responsabilidades entre los hermanos es una maravilla y si es rotativo así todos aprendemos a hacer todo y la autonomía de los niños mejora con creces.
Te invito a escuchar la entrevista completa en mi canal de youtube… y te animo a que lo lleves a cabo y me comentes tu opinión.
YURENA RAMOS MAESTRA Y PSICÓLOGA 